“Obra Maestra” es el segundo disco en solitario de José Gallardo, tras publicar “Esperanza” en 2013.
Lo primero que resulta extraño es calificarlo de “en solitario” cuando la nómina de colaboradores es tan extensa, hasta 15 músicos, sin contar al propio José, han dejado su huella en este disco.
Tiene su explicación: “Obra Maestra” es un disco ambicioso, un Moby Dick de 17 temas que recorre canción a canción la música popular de la primera mitad del Siglo XX:
Gospel, blues, folk, Tex Mex, Country, vodevil, swing, música de circo, foxtrot, cabaret, rock and roll primitivo e incluso se acerca a los crooners clásicos de forma iconoclasta.
Es por eso, porque cada canción representa un género diferente, que necesitaban ser interpretadas por diferentes músicos para respetar la heterodoxia del proyecto.
Así, Kini Santos, Dani Cuenca , Rausell Merrick y Guille Sanz han estado a la batería; Miguel Ángel Aranda y Eloy Antonelli al contrabajo, Carlos Calle al bajo; Noelia Rodríguez y Fran Romguer a los teclados, Jose Torres y Miguel Ángel González a la guitarra, éste último también al banjo; laura Garrido al violín: María José Herrera a las voces; josé María Sánchez al trombón y el propio Jose Gallardo, que ha hecho de todo, desde cantar a tocar guitarra, piano, bajo, el ukelele, la armónica e incluso la batería y la percusión.
El mayor riesgo que corría este disco era quedar en un mero ejercicio de estilo, una exhibición de “poderío” compositivo del autor, diverso estilísticamente, pero hueco en esencia. La solución a ese problema está en los textos: Tras más de un año escribiendo artículos de ficción para prensa, José había desarrollado un músculo literario poderoso. Podía, y quería ir más allá.
Las historias que se cuentan siguen un hilo conductor, y sus personajes podrían entrecruzarse por las calles perfectamente, con sus relatos de amores fríos, locura, desamparo, romanticismo de saldo, iluminación espiritual, venganza, vejez, codicia, enfermedad y esperanza.
“Obra Maestra” comienza a tomar forma a mediados de 2014, cuando el productor y técnico de sonido Suresh Shadadpuri llama a Jose una mañana para hacer un disco juntos.
José y Suresh se conocen desde la época en la que Jose ensayaba en los locales de sala8 y Suresh (“Shure” para los amigos) estaba al cargo de las salas. Suresh formó parte del elenco de músicos que acompañaron a Jose en la presentación del disco “Esperanza” en el Teatro Echegaray.
Al recibir esa llamada, José andaba, literalmente, harto de sí mismo. Sentía que había recorrido los mismos caminos musicales demasiadas veces y que ya el paisaje no le resultaba interesante. La guitarra no le sugería nada inspirado, y andaba volcado en el piano tratando de figurarse qué ruta seguir.
José ya andaba flirteando con otros estilos y sonidos, insinuaciones que se dejaban caer aquí y allá en su anterior disco. Pero ahora, bien por cansancio, bien por necesidad de cambio, bien por la crisis de la mediana edad lo o que sea, esos estilos se habían levado al primer plano.
Todo empezó con “Canción de Comunión”. La melodía surgió, como todas, de ningún sitio, y de todas partes a la vez, producto de horas escuchando canciones antiguas, todos esos estilos maravillosos que acabaron desplazados o fagocitados por el Rock and roll, folk, gospel y vodevil al mismo tiempo. Una vez dado el primer paso, las demás canciones simplemente suceden; sólo tienes que pasarlas a papel.
Visto ahora, es fácil encontrar la perspectiva: musicalmente, el disco busca repetir los esquemas musicales de la era de la gran depresión de 1929. Lo que ocurrió entonces está ocurriendo de nuevo ahora, y estas canciones buscan precisamente eso, representar esa repetición.
Tratando de recrear ese espíritu primitivo en lo tecnológico, “Obra Maestra” es, de manera consciente, un disco imperfecto. Como el invitado de bodas profesional: El frac es impecable, pero inevitablemente acaba la noche con un lamparón en la solapa. Errores, ruidos, voces... aparecen por las canciones porque estaban ahí en el momento de la grabación. Forman parte del trabajo de campo.
En una época en la que todo el mundo anda obsesionado con el sonido, Jose buscaba que la reacción al disco fuera “me gusta esa canción” y no “qué bien suena esa canción”. Por otra parte, está la sensación de que, una vez desaparecido el modelo tradicional de negocio musical, el pop se ha convertido en algo como el polo, un deporte para ricos. Jose no quería formar parte de esa idea.
El disco se ha grabado en su totalidad en el estudio que José tiene en Málaga, siempre bajo la supervisión técnica de Suresh Shadadpuri. Dos años de trabajo que han exigido un constante seguimiento para mantener la tensión del proyecto. Muchos músicos aportando su generosidad y talento, pero, al mismo tiempo, músicos ocupados en sus propios proyectos , lo que ha alargado la producción en el tiempo. Ahora , viendo la riqueza instrumental y creativa que han aportado, la espera ha merecido la pena. Es cierto que José podría haber grabado este disco sólo y acabar en un par de meses, pero no hubiera resultado tan fascinante como lo es ahora.
Al fin y al cabo, a la hora de acometer la producción de un disco, hay que jugar con tres variables: que sea caro o barato. Que sea rápido o lento. Que sea bueno o malo. Si es rápido, va a ser caro si quieres que sea bueno. Si es caro y lento, tienes un serio problema. Si es barato y rápido, no va a salir muy allá. Jose y Suresh optaron por la variable barato + lento = bueno, tomas esa decisión y tienes que aprender a vivir con ella.
Diecisiete canciones. Algunas de ellas muy largas y otras muy cortas. La duración depende de las necesidades de la historia que sostienen. La música es la banda sonora de las vidas de los personajes.
Ha habido mucha libertad en las interpretaciones, cada músico ha dejado su marca en las canciones. María José Herrera, veterana colaboradora en los discos de José, mostraba su extrañeza cuando lo veía mirando el móvil mientras ella grababa sus líneas, sin tener que escuchar mil sugerencias sobre cómo, dónde y por qué debía poner su voz.
No es, como ya se ha dicho, un disco pop, donde las estructuras y los arreglos requieren ajustes más estrictos. Jose ha dejado volar las canciones en este disco. Incluso hay co-autorías por primera vez en uno de sus trabajos: Fran Romguer aparece como co-autor de la música de “Lágrimas Rojas” y Carlos Calle de la de “La Niña del Fuego”
José ha buscado nuevos sonidos para este disco: Banjos, violines, trombón, acordeón, saxos, trompetas e instrumentos de percusión poco convencionales, desde un tambor de freno al cabecero de una cama, desde un rulo para guardar Cds al sonido de una cuerda rota al impactar contra las pastillas de la guitarra.
Es un disco de música tradicional pero inyectado con la energía del Rock and Roll.
Hay una canción dedicada a Málaga “Morena de Málaga”. Jose tiene la teoría de que existe un sub-género llamado canciones de paseo martítimo, aunque sólo ha podido encontrar tres canciones que cumplan con sus requisitos: aureola romántica, nocturna, debe transcurrir en un paseo marítimo en verano, pero no en la playa. La gente debe ir vestida, no en ropa de baño. Guitarras con aire spanish Tingue y órganos luminosos.
Podéis escucharlo y descargarlo gratuitamente haciendo clic aquí.
Os lo recomendamos ^^




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